Al entrar en el salón, haceis varias preguntas a Otto, y justo cuando se dispone a responder (o a gruñir, no lo sabeis bien) acaba bañado por una jarra de cerveza que Lorenzo le tira encima. Tras unos segundos de tensión y silencio, los ojos de Otto destellan con un brillo de malicia que no os gusta nada y os dice: "Podríamos haber hecho esto por las buenas, habríais sido unos buenos sacrificios a Tzeentch, pero queríais complicarlo más.. Esta bien, es vuestro problema... ¡Chicos!"
Al grito de chicos, Hans, el sirviente de la fregona y otro hombre que no conoceis entran en el salón de la posada, enarbolando distintas armas. Evidentemente no tienen intenciones amistosas. Os preparais para pelear, pero de repente, la cabeza del hombre que no conoceis estalla en llamas, podeis ver su cara derretirse ante vuestros ojos, mientras su calavera os sonrie entre el fuego.
Hareis tiradas de miedo. Decirme por whatts que haceis (si las superais xD)
Cont:
Lorenzo y Kyarno se quedan atónitos ante tal visión demente, atenazados por un miedo sobrenatural. Karl, mucho más curtido por los peligros de una vida en la carretera, reacciona rápidamente, apuntando y disparando a los apelotonados hombres. La descarga de metralla es brutal y atronadora, perforándolo todo en un amplio arco frente a él. Otto, Hans y el hombre de fuego, acaban bañados por la descarga, haciéndoles profundas heridas en el torso y la cabeza.
Otto y el de fuego dañados, Hans lo aguanta
A pesar de la humareda y la descarga, no se asustan lo más mínimo y os atacan en un frenesí de locos. Hans intenta impactar a Lorenzo, incapaz de responder con normalidad, pero se tropieza con un taburete y falla el golpe cómicamente. La gran mole que es Otto se dirige a Konrad haciendo un profundo corte en el pecho del mago
(pierdes 9 heridas, un punto de suerte menos) antes de que Konrad toque a Otto con una mano y caiga desplomado. Debe de tratarse de algún truco mágico, pero os alegrais de que así sea.
El hombre de fuego ataca a Kyarno haciendole un feo tajo en el brazo
(8 heridas de daño) y el sirviente intenta dañar a Karl, pero este ya ha tirado el trabuco al suelo y ha desenvainado la espada, con lo que se defiende con facilidad del ataque.
Cont 2:
Lorenzo y Kyarno parecen sobreponerse al miedo, ya que el peligro de morir es un temor más inmediato.
(Lorenzo un punto de suerte menos, te queda 1). Lorenzo y hans intentan dañarse el uno al otro, pero parecen haberse criado en los mismos barrios de mala muerte y se esquivan el uno al otro con unas fintas bien aprendidas. Lorenzo se dispone a golpear a Hans de nuevo pero un sonido como de un rayo y la sangre salpicándole la cara lo dejan aturdido. Unos segundos después, se encuentra con que Hans se ha desplomado y que de su cabeza sale humo y olor a carne quemada. Mirando hacia un lado, se encuentra con Konrad que le mira con un encogimiento de hombros. Es poderoso este mago, piensas.
A pesar de la apariencia horripilante del hombre de fuego, parece que sus nervios llegan a un límite al ver caer a Otto y a Hans, y junto al sirviente tratan de huir hacia la cocina. Desgraciadamente para ellos, no vais a dejar que así sea, y acaban muertos antes de llegar a la puerta, con su calavera apagándose lentamente.
La bonita taberna parece ahora más un matadero de animales, llena del humo del trabuco y de la magia y con todos los rincones llenos de sangre y visceras entre taburetes y mesas caidos. El olor basta para revolver a cualquiera.
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Gorek, tras varios intentos infructuosos, consigue darse la vuelta para poder observar la estancia, ya que tiene los pies y las manos atados. La sala está oscura, parece una especie de cueva, pero no consigue distinguir nada más de ella, salvo un tenue resplandor hacia el fondo. A su alrededor hay varios hombres y una mujer atados al igual que él, y en un costado un montón de personas amontonadas, supones que muertas por las posturas que tienen.
No consigues soltarte, los nudos están bien hechos y sigues aturdido por lo que te hayan echado en la comida.