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Publicado: 29 Abr 2008, 14:45
por Van Hoffman
Asensio Falco

Los exploradores habían subido a bordo, y Falco estaba ahora en el puente, con el timonel. Los vió desde su posición. El más joven de ellos, miraba embobado el puesto de vigia. Falco sonrió. Finalmente, el joven elfo se le acercó, y timidamenté le preguntó si podía ser el vigía. Con una sonrisa paternal, Falco le puso la mano en el hombro.

- Por supuesto que si. Soy conocedor de la excelente vista que teneís los de vuestra raza. No voy a negarle el deseo de otear el horizonte a un explorador tan capacitado y tan dispuesto.

La cara del elfo rebosaba alegría. Tras agradecerselo a Falco, salió disparado hacia el puesto de vigía.

Tras eso, el capitán de los exploradores se le acercó y se interesó por los temas más técnicos de la embarcación. Preguntaba cosas como "¿Para que sirve esto?", "¿Como se maneja esto otro?", "¿Cuando ha de hacerse tal cosa?", y Falco le recomendó que le preguntase al contramaestre, que era un marinero avezado.

Finalmente, el elfo de porte más orgulloso, se le acercó, tras pasearse por toda la cubierta, observando. Falco no había hablado directamente con él y obiamente, al nuevo explorador le interesaría informarse sobre la nueva misión. Sin embargo, las preguntas y los datos que aportaba, le borraron a Falco la perenne sonrisa de su cara.

- Así pues, no es usted un simple explorador. Debe tener una misión muy importante como para abandonar la corte del Rey Fenix y embarcarse rumbo a Lustria. No se preocupe, el capitán Figueroa me ha ordenado satisfacer todos los deseos de los nuevos exploradores, y le daré tanta información como necesite, y como pueda darle.

" Esta expedición está financiada por su Excelentísima Majestad, el Marqués de Bompal. Su majestad desea abrir rutas hacia el Nuevo Mundo. De momento, esta es tan solo una expedición de exploración. Simplemente, debemos demostrarle al Marqués que el Nuevo Mundo es un lugar rico y provechoso. Respecto a su pregunta sobre los marineros, la gran mayoría son voluntarios recogidos de ciudades como Remas, Magritta, L'Anguille o Marienburgo. Finalmente, contratamos a algunos aquí, en Lothern, junto con ustedes, nuestro cuerpo de exploradores de élite.

" Espero haberle sido de ayuda y que la información que le he proporcionado le parezca suficiente como para confiar en la misión. Me siento honrado de tener a bordo a alguien con ifluencia en la Corte de Lothern. Podría ayudarnos mucho.

Anuviel, tienes permiso para ejercer como vigía.
Tras hablar con Tyrion, Falco se marcha a ultimar los detalles de la expedición, ya que en breve zarpará.

Publicado: 02 May 2008, 16:59
por William Tender
Anuviel Darkmane

Tan pronto el capitán concede su permiso, Anuviel corre hacia las cuerdas para iniciar su escalada. Trepa ágilmente por las escalas, deteniéndose breves instantes para tomar aire y saborear la leve sensación de vértigo y suspensión. Se maravilla del espectáculo que ofrecen los marineros encaramados a los palos, trabajando con cuerdas para ajustar la posición de las velas. Finalmente llega arriba, se detiene a contemplar las vistas que ofrece su posición. Luego hace unas pequeñas comprobaciones con el arco para ver las líneas de tiro que le quedan libres hacia cubierta, sólo por si tuviera que enfrentarse a un abordaje. Finalmente, se agacha a acondicionar un rincón para la joven gaviota, con una capa vieja, restos de plumas de los halcones, y le da algo de comer.

Una vez satisfecho, inicia el descenso, dejando arriba a la gaviota comiendo, para informarse mejor de las estancias del barco, y de sus obligaciones.

Publicado: 04 May 2008, 13:36
por kurgan
Tyrion Audec

El noble quedó bastante satisfecho por las respuestas de Falco, aunque se preguntó si éste no habría sobreestimado su propia importancia dentro de la corte. Bueno, no se podía esperar que un humano, por muy inteligente que fuera (y el capitán de la nave lo parecía) comprendiese las cosas a la perfección. "Y que piense que viaja con ellos un miembro destacado de la Corte hará que tenga menos motivos para no tener en cuenta a los elfos de esta expedición" pensó. Luego se apoyó en la borda y dejó discurrir sus pensamientos. Del profundo azul del océano emergían peces desconocidos, las voces de los humanos evocaban aventura y novedad, y en Lustria había dragones...

Publicado: 05 May 2008, 22:24
por Uranga
Aënor Finduvel

Echo una mirada a sus nuevos compañeros y vio como se movian de un lado para otro intentando ser de utilidad asi pues penso que quizas debiese de hacer algo para ganarse el sueldo. Se puso en pie con algo de esfuerzo y empezo a caminar por todo el barco hasta llegar a donde el capitan.

- Buenos dias capataz. Me preguntaba si no tendria algun tipo de trabajo que pudiera cumplir mientras estoy en el barco ya que si quiero ganarme mi dinero supongo que podre hacer algo.- Todo esto lo dijo mientras veia como Anuviel subia por el palo, y al ver la cara de satisfaccion del elfo no pudo aguantar que una pequeña sonrisa aflorara.

Publicado: 18 May 2008, 17:05
por kakita_toshimoko
Valthonis :

Valthonis se encontraba sentado en la cubierta leyendo un antiguo libro sobre al 2da guerra del caos ,mientras por encima de este veia como cada cual habia elegido su tarea dentro de la tripulacion.

Publicado: 19 May 2008, 15:50
por Van Hoffman
Media hora más tarde, el capitán Figeroa da la orden de zarpar, y los dos barcos se convierten en un avispero: marineros subiendo por las jarcias, corriendo de un lado a otro, subiendo el ancla, desplegando las velas. A pesar de que la tripulación no es élfica, os parece que no se desenvuelven nada mal. En pocos minutos, el barco empieza a moverse.

Frente a vosotros, el Águila Doble se mueve, atravesando el gran portón del puerto. Finalmente, ambas naves llegan al canal de los Estrechos. Se trata de un pequeño estrecho flanqueado por grandes y escarpados acantilados coronados por almenas de piedra blanca. La corriente os lleva hasta la Puerta Esmeralda y la Torre Resplandeciente, dos grandes fortalecas que vigílan la entrada a la capital y guían a los marineros por los traicioneros escollos.

Tras media hora más, finalmente llegais a mar abierto. La brisa fresca azota vuestras caras y notais que el aire marino es reconforta.

Publicado: 20 May 2008, 19:13
por kurgan
Tyrion Audec

El noble, erguido sobre la proa, observaba cómo la quilla del barco cortaba el mar en dos y le hacía sangrar espuma blanca.

Por primera vez en su vida (corta para un elfo una adulto maduro según los estándares humanos) Tyrion salía del continente que lo había visto nacer. Sabía, por las lecciones de geografía e historia (recordó la vieja habitación donde se guardaban los tomos en la Tor Audec, allá en las montañas de Caledor, y los delicados trazos de tinta que componían el dibujo de los mapas), que el océano se extendía innumerables millas hacia el Oeste hasta llegar a Lustria.

Y una vez allí, leguas y leguas de selva inexplorada, mosquitos, manglares y bestias extrañas. Había oído historias sobre bestias enormes y cubiertas de escamas, reptiles alados y otras cuya saliva quemaba la piel, seres cornudos y poderosos. Sin duda los dragones cruzaron el océano en tiempos remotos se decía Tyrion Cuando los elfos navegamos hacia el Viejo Mundo, divisamos a estas grandes bestias sobrevolando nuestros buques. ¿Por qué no podrían haber sobrevivido, en el interior de Lustria, parientes de la orgullosa montura de Caledor Domadragones? ¿Por qué no podría haber montañas ocultas, volcanes en el interior? Nadie se ha adentrado lo suficiente, sí, ha de ser eso... Así razonaba el joven noble, avivada su insensata esperanza por un sueño desquiciado. Era, sin embargo, un sueño por el que perecía la pena vivir, y por el que estaba dispuesto a morir.

Saliendo de sus ensoñaciones, decidió darse un garbeo por el puente (quería averiguar cuantos marineros elfos había, pues le había parecido entender por las palabras de Falco que alguno andaba por la nave). Y de paso, podría hablar con alguno de sus compañeros, de los que no estaría mal saber algo más. El mago parecía ocupado con su libro, el joven pajarero se hallaba subido a los palos (Tyrion le envidió su inocencia... Seres como él, que no habían vivido los rigores de la guerra, ocupado puestos de responsabilidad ni tenido que soportar las intrigas de palacio, no podían ser más que felices... Todos los elfos deberían tener la oportunidad de ser como él) aunque el noble tomó nota mental de interpelarlo luego, y su capitán, alternando con humanos... Se acercó a Finduviel.

-Espero no molestaros. Dado que vamos a ser compañeros de fatigas por un largo de tiempo, no estaría quizás de más saber algo más uno del otro. Nuestro joven amigo-señaló hacia arriba con la cabeza- se desenvuelve admirablemente con las bestias de los aires, tenemos con nosotros a un mago y a un experimentado caudillo, por lo que se ve, y yo, dejaré a un lado la falsa modestia, no tiro vergonzosamente con arco y me manejo con la espada. Sin duda tendréis algún talento de vuestra vida pasada...

Publicado: 24 May 2008, 14:35
por Uranga
Aënor Finduvel

-No es ninguna molestia, tranquilo. Mi vida pasada aunque bastante dura hizo que supiera valerme por mi mismo donde quiera que estuviese y creo que esa es mi mejor talento aunque al igual que usted, no se me da mal el arco, espero que nuestros compañeros humanos sepan defenderse en las tierras lejanas de Lustria porque aunque parezcan grandes marineros he oido hablar de ejercitos enteros que desaparecieron en esas gigantescas junglas.-

Aënor recordo lo poco que habia oido sobre Lustria y la tierra de los hombres lagarto, mitad hombres mitad reptiles, de sangre fria y unas de las criaturas mas antiguas del mundo, aunque dudaba que fueran mas antiguas a su raza. Por primera vez sentia curiosidad por esas bestias, puede que al fin y al cabo fuese una buena idea aventurarse a tierras tan lejanas de cualquier civilizacion.

Publicado: 31 May 2008, 12:38
por William Tender
Anuviel Darkmane

Mientras tanto, completamente ajeno a las conversaciones que tenían lugar por debajo de su puesto, Anuviel disfrutaba de la brisa salada, mientras observaba a las aves marinas. Y mirándolas se le pasó por la cabeza que quizá no tuviera comida para sus pájaros durante todo el viaje, o, en cualquier caso, sería bueno que se ejercitaran, así que... por qué no enseñarles a pescar?

Comenzó a prestar más atención a la forma en que las gaviotas, cormoranes y alcas volaban a ras de la superficie y atrapaban peces al vuelo. Mientras, sus manos ya estaban preparando la comida de los halcones que habría de usar como premio a los avances, y mente ya estaba trabajndo en diseñar una forma creativa de enseñarles la técnica.

Publicado: 02 Jun 2008, 14:51
por kakita_toshimoko
Valthonis:

Valthonis levanto un momento la vista de su libro cuando oyo la palabra mago ,una media sonrisa se asomo en su rostro.
Esta vez cogio otro libro de su bolsa y empezo a leerlo tambien,en este ponia Dioses del caos.

Publicado: 03 Jun 2008, 16:07
por Van Hoffman
Han pasado ya dos días desde que zarpasteis de Lothern en el Santa Myrmidia. Durante este tiempo, os habéis conocido mucho mejor y ahora teneis mucha mas confianza los unos con los otros. También habéis conocido mejor a Falco, el cual os parece demasiado optimista con el éxito de la misión. Tiene una fe ciega en el capitán Figeroa y cree que juntos pueden lograr grandes descubrimientos.

Pasais los dos días tranquilamente, sin sobresaltos, con el viento a favor y con unas condiciones muy favorables para la navegación. Sin embargo, al atardecer del segundo día, se levanta una niebla, al principio muy perezosamente, pero tras varios minutos, la visión se redice considerablemente, y si no fuera porque tiene las lámparas encendidas, no veríais al Águila Doble.

Tras pasar un rato, empezais a sentiros incomodos, pues hace mucho frío y hay mucha humedad en el ambiente, más de la normal considerando que estais en alta mar, y la niebla os produce escalofríos.

- No os preocupéis, esto significa que estamos próximos a la costa de Lustria -Falco intenta calmar a la tripulación, pero por las caras de los marineros, deducís que no lo está consiguiendo.

Publicado: 03 Jun 2008, 18:37
por kurgan
Tyrion Audec

El aire huele a problemas se dijo a sí mismo Tyrion. Había estado dejando correr el tiempo y practicando pasos de esgrima desde el mediodía en popa (la parte más apartada y con menos trasiego), hasta que el frío de la niebla le puso la piel de gallina mientras intentaba repetir una estocada a la garganta que había podido apreciar en el último duelo del famoso espadachín cortesano Aeris de Tor Vael.

Medio minuto después, tras vestir el jubón de cuero y ceñirse la espada al cinto, avanzaba hacia Falco apartando educadamente a los marineros o sorteándolos grácilmente. Fue el primero de los elfos en llegar a donde el capitán. El hombre estaba encarado con un marinero moreno y con un pendiente en la oreja con bastante mala pinta, y le decía algo una y otra vez en tileano. Venciendo su reticencia a tocar a un humano, Tyrion le puso una mano en el hombro y le susurró en reikspiel:

-¿Algún problema, capitán?

Poniéndose de cara al resto de los marinos, les dijo, intentando adecuar el tono y las palabras a sus oyentes (*):

-No sé más del océano que cualquier rata de tierra, y hasta yo me doy cuenta de que navegar con niebla no es agradable. Pero no sabía que era costumbre en los barcos humanos amotinarse cuando el tiempo viene malo. ¿No es el señor Falco el que os paga? ¿No está el barco bajo su mando, en nombre de nuestro capitán Figeroa? Incluso un elfo sabe que un buque se puede ir a pique al chocar con una roca, pero si los marineros no obedecen al patrón, éste se hundirá sin remedio.

(*) O séase, hago uso de la habilidad de Mando, si el máster así lo estima conveniente.

Publicado: 04 Jun 2008, 12:57
por William Tender
Anuviel Darkmane

Tiro de catalejo en un desesperado esfuerzo por ver algo a través del banco de niebla.
Tirada de Avistar, supongo.


-Maldición...

Con esta niebla, el puesto de vigía es tácticamente inútil, salvo como escondrijo. Dejo arropada a la gaviota en el puesto de vigía, y desciendo rápidamente por las escalas de cuerda, hasta encontrar un lugar en la red de cuerda desde el que sean bien visibles la cubierta y la borda; y en el que me pueda acomodar recostado para disparar mi arco en caso de abordaje o cualquier otro problema.

Mantengo la atención fija en lo que ocurra, con el arco cargado y preparado. La incertidumbre y la preocupación me meten en el cuerpo la impaciencia, y tomo al macho de la pareja de halcones.
-Vuela corto, compañero, sé mis ojos allí donde los míos no llegan. No te arriesgues y vuelve pronto si sientes peligro.
Con un gesto enérgico del brazo, lanzo al vuelo al halcón, y permanezco a la espera, tenso, alerta.

Publicado: 23 Jun 2008, 15:39
por Uranga
Aënor Finduvel

El explorador se sentia algo perdido entre tanto barullo. Hace nada se encontraba charlando tranquilitamente con su amigo y ahora, por una misera neblina todo el mundo se habia puesto como loco y un grupo de marineros se arremolinaban cerca del capitan, asustados y nerviosos. Aënor nunca habia navegado pero le parecia excesivo el comportamiento de los humanos, y ademas se supone, que al llegar a Lustria debe de encontrarse una niebla asi.

Pero con el paso de los minutos el tambien empezo a preocuparse y su sentido comun le dijo que hiciera algo, mas que nada para que sus compañeros no pensasen que no sirve para nada. Asi pues, cogio su arco y empezo a mirar al horizonte aunque la niebla era demasiado espesa como para dinstiguir algo y pronto deshizo la idea.

Los gritos le hicieron volver hacia el capitan y uno de sus amigos, estaba intentando tranquilizar a los demas, parecia que lo estaba haciendo bien.

Publicado: 24 Jun 2008, 12:42
por Van Hoffman
A pesar de las adecuadas palabras de Tyrion, parece que la tripulación no está del todo satisfecha. Los gritos van aumentando cada vez más, y ya no son solo gritos de nervios, si no que se pueden distinguir insultos y alusiones al motín. Un hombre alto, de cabello oscuro y con un prominente mostacho se hace oir entre el griterío.

- ¡Algunos llevamos más de un mes en este barco y aún no hemos visto ni un miserable penique! Se nos prometieron tesoros, pero ya no nos fiamos. ¡Esto no puede seguir así!

Una gran parte de la tripulación se mostró de acuerdo profiriendo gritos y alzando los brazos. Sin embargo, parecía que habían voces discordantes. Un hombre al que reconocisteis como el contramaestre se adelantó, enfrentandose al orador de cabellos oscuros.

- ¡El capitán Figeroa es un hombre de palabra! Si os ha prometido tesoros, tendreis tesoros. ¿Acaso no creeis que la espera será bien recompensada? Y si seguís asi, me veré obligado a tomar medidas. El motín es traición, y si seguís así, os enseñaré como se catiga la traición en Tilea.

La tripulación se había dividido en dos bloques. A un lado estaban los descontentos, liderados por aquel hombre de cabello oscuro, mientras que frente a ellos, estaban los leales a Figeroa, con Falco y el contramaestre. Un grupo de marineros había rodeado a Falco, con la esperanza de poder protegerlo de cualquier tipo de combate. La tensión del ambiente podía cortarse con un cuchillo. Y en aquel momento, un atronador trueno sobresaltó a la tripulación, y en cuestión de segundos, lo que era una noche llena de niebla, se convierte en una tormenta de pesadilla. La fuerte lluvia azota vuestras caras, y las poderosas olas embisten los costados del navío. Por si un motín no fuera suficiente, ahora se había desencadenado una terrible tormenta. Al menos ahora, se había disipado la niebla.