- Gran Mariscal Angelica Benoit de la Coalición de Sistemas Libres.
La semana pasada anunciamos el próximo lanzamiento de Cruzada Negra, un destacado juego de rol que ofrece a los jugadores una nueva perspectiva del conflicto entre el Imperio del Hombre y las fuerzas del Caos. En este emocionante nuevo añadido a la línea de Warhammer 40.000 JDR, los jugadores tienen la oportunidad sin precedentes de jugar como un discípulo de los Dioses oscuros, tanto como un Marine Espacial del Caos como un humano Siervo del Caos.
Moralidad caótica
Los jugadores encontrarán que Cruzada Negra se tiene de forma brillante a la creación de personajes profundos y dinámicos con motivaciones completas. Después de todo, una de las cosas más fascinantes acerca de la ambientación de Warhammer 40.000 es que no hay "tipos buenos".
Hay por supuesto, individuos buenos: héroes solitarios luchando contra un universo injusto e indiferente, tratando de diferenciarse. Pero en el gran plan de las cosas, no hay organizaciones virtuosas y éticas. El universo de Warhammer 40k es cruel, un lugar solitario donde cualquier facción o raza se encuentra a si misma sola, acosada por multitud de enemigos. Incluso aquellos con las mejores intenciones pueden encontrase con frecuencia a si mismos comprometiendo sus ideales para sobrevivir. El Imperio del Hombre, el imperio humano que se expande por las galaxias, es uno de los regímenes más brutales y totalitarios nunca conocidos. Sacrifica a miles para alimentar a su Dios Emperador Eterno, a incontables millones en su incesante industria, y a trillones en sus guerras sin fin. Lleva a cabo sangrientas purgas de otras razas que pueda encontrar, mientras que su fe es predicada como un credo de odio justiciero contra todo lo que no es humano.
En anteriores juegos, has podido jugar con aquellos que trabajan dentro del Imperio. Tanto si se trata de un Acólito de la Inquisición, un Rogue Trader, o un Marine Espacial del Deathwatch, has operado con los auspicios y principios del Imperio del Hombre. Perfectamente puedes haber sido uno de esos solitarios héroes, luchando desde dentro para hacer que tu pequeña esquina de la galaxia sea un mejor lugar. O puedes haber sido un leal sirviente del Imperio, viendo los actos realizados en nombre del Dios Emperador como un mal necesario para que la humanidad pueda sobrevivir contra la miríada de enemigos que tiene. Pero siempre que trabajaste desde dentro, aliñado al menos en cierto nivel con el Imperio del Hombre.
Ahora, Cruzada Negra te proporciona la oportunidad de abandonar dicha servidumbre atrás. Como Hereje en Cruzada Negra, no eres vigilante de nadie más que tu mismo. Puedes probar tu verdadera libertad, la libertad de viajar donde desees, convertirte en quien elijas, y destruir el monolito en ruinas que una vez te oprimió bajo su opresivo peso. La libertad del Caos.
El mal en los detalles
Desde la perspectiva de aquellos que están dentro del Imperio, las fuerzas del Caos son monstruos terribles, sedientos de sangre, definidos por los Dioses a los que juran lealtad. Aquellos que luchan por Khorne el Señor de las Calaveras, son asesinos sanguinarios que asesinan a todos los que se interponen en su camino. Los Devotos de Slaanesh, el Príncipe Oscuro, son libertinos degenerados que permiten las más oscuras perversiones imaginables. Los discípulos de Nurgle son criaturas repugnantes, cubiertas de podredumbre cuya simple presencia causa arcadas, Finalmente, los adoradores de Tzeentch son confabuladores que conspiran continuamente para destruir.
Aunque estos cargos son sin lugar a duda ciertas, no son más que simples caras de una visión mucho más compleja. Khorne es el Dios de la sangrienta masacre, pero también es el dios del orgullo marcial y el honor, situando a cualquiera ante unos de los enemigos más peligrosos. Un devoto de Khorne es tan probable que sea un honorable campeón en combate como un sanguinario asesino.
Slaanesh es el Dios del hedonismo y los excesos. Pero esto es en todas las cosas, no solo en los placeres carnales. Aquellos que desean disfrutar de las deliciosa culinarias más finas, los trabajos artísticos más bellos, e incluso las ropas más sensuales, pueden encontrarse todos entre los discípulos de Slaanesh. Casi tan importante, Slaanesh es también el dios de la perfección. El cantante intentando lograr la más bella canción o el guerrero que busca las más perfectas técnicas de combate, pueden ser ambos devotos de Slaanesh.
Nurgle es el dios de la muerte y la decadencia, para estar seguros, pero también es el dios del renacimiento. Después de todo, la decadencia es simplemente una parte del ciclo de la vida, sin el cual no puede crecer nuevas vidas. De la misma forma, Nurgle también es el dios de la perseverancia y la supervivencia. Mientras que aquellos que buscan extender la decadencia y la corrupción se encuentran entre los más reconocidos de sus seguidores, también están aquellos que quieren resistir, convertirse en lo suficientemente fuertes para poder enfrentarse a las amenazas de un indiferente universo.
De muchas formas, Tzeentch es tanto el más como el menos comprendido de los Dioses Oscuros. Casi todo el mundo sabe que es el Dios del Destino, las conspiraciones y la traición, así como el dios que mejor ejemplifica la naturaleza cambiante de la Disformidad. Sin embargo, Tzeentch no conspira con un fin (al menos no con uno que pueda ser comprendido); conspira por el simple hecho de conspirar. Está constantemente construyendo, incluso sus dispositivos se desvelan bajo su propia complejidad. Al mismo tiempo, es el dios del conocimiento y la comprensión, y sus devotos pueden ser aquellos que buscan la comprensión de un enigmático universo.
La carretera al infierno…
Basta decir, que las motivaciones de los Discípulos de los Dioses Oscuros son tan completas como los mismísimos Poderes Ruinosos, y no pueden ser resumidos en asesinato, destrucción, y depravación. De hecho, pocos personajes en Cruzada Negra se ven a si mismo como "malvados".
Si bien es cierto que los devotos del Caos buscan su gloria personal, es en sus justificaciones individuales donde están sutilmente definidos. Los personajes pueden verse ideológicamente atraídos al Caos, razonando que es el estado natural del universo, y que el Imperio representan un estado antinatural para la humanidad. En muchos casos, el camino de un personaje a la corrupción puede comenzar con nobles intenciones, como podría suceder con un gobernante que cree que sigue siendo benevolente y justo. Algunos podrían incluso ser plenamente conscientes de las tentaciones que ofrece el Caos, pero orgullosamente se creen lo suficientemente fuertes moralmente para controlar su influencia. Cualquiera que sea la razón, estas figuras finalmente engañadas se encuentran a si mismos oponiendo activamente a los de su propia especie.
No es que las razas alienígenas del universo sean mucho mejores. Antiguas razas alienígenas ven a los humanos como poco más que parásitos, especies sin mente que los ven como alimento, o recién llegados al escenario galáctico que se sienten que es su destino gobernar la galaxia, la humanidad no tiene amigos entre las estrellas.
Puedes leer el texto original (en ingles) [rul=http://www.fantasyflightgames.com/edge_ ... ?eidn=2028]aquí[/url].